La cocina mexicana es una de las más ricas en variedad, ingredientes y creatividad, y qué mejor que conocer qué cerveza combina mejor con antojitos mexicanos, y trasladarse al lugar más alto de placer culinario.
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ToggleTe compartimos algunos tips para combinar nuestros platillos favoritos con el estilo de cerveza que le es más afín.
Pozole con Pilsner.
Nada como uno de los más tradicionales platillos para cualquier celebración.
Este manjar de origen prehispánico es perfecto para cualquier temporada del año.
El maíz cacahuacentle cocido, con sus ricos complementos: Lechuga, rábano, cebolla, orégano, chile piquín, y la carne que elijas, son ya en sí un regalo para nuestro paladar. Puede ser blanco, rojo o verde, y en toda la república tenemos varias versiones de acuerdo con la región.
Por naturaleza el pozole es una mezcla de sabores, un plato robusto que va bien con una cerveza ligera, carbonatada, que no compita con toda la riqueza de olores y sabores del pozole.
La cerveza Pilsner pertenece a la familia de las Lager, y es uno de los más populares en el mundo. En México fue uno de los primeros en producirse.
Tiene un cuerpo medio, al que el lúpulo otorga un característico aroma especiado y ligero amargor.
Chiles en Nogada con Vienna.
Este platillo con una tradición en las cocinas mexicanas de más de doscientos años es sin duda el más representativo de nuestras fiestas patrias.
Creativa combinación de chile poblano, con relleno de carne molida, bañado en salsa de nogada espesa y adornado con semillas de granada y perejil.
Las variaciones en su preparación han sido muchas a lo largo del tiempo, sin embargo, conserva su esencia y su presentación en la que podemos ver los colores de la bandera nacional.
Tradición poblana que ha sido extendida a todo el país, y que es un orgullo de nuestra gastronomía.
El estilo Vienna es una cerveza de moderada intensidad de color rojizo ámbar brillante, y una espuma blanquecina persistente. Aunque nació en Austria en 1841, es un estilo que se produce sobre todo en México, pues fue traído por cerveceros austriacos inmigrantes a finales del siglo XIX.
Bebida de cuerpo cremoso, que combinará muy bien con la textura de la nogada. El sabor dulce que le aporta la malta contrasta con lo picosito del chile poblano, y con el mismo dulzor del relleno que lo complementa, finaliza la ecuación con el sabor ácido que aporta la granada.
¿Te vas a resistir a esta combinación?
Tostadas de Tinga con Pale Ale.
Aunque existe una gran variedad de recetas de este guiso, el referente común es la versión con carne de pollo.
La tinga es un platillo de origen poblano, aunque en la actualidad se elabora en todo el país, especialmente en los estados de la zona central de México. De allí que existan versiones en las que se cambia la carne utilizada de pollo, cerdo, res, sardina, y también existen las opciones vegetarianas o veganas con zanahoria o setas.
Es común servirla en tostadas, con un acompañamiento de lechuga, crema, queso y salsa al gusto. Un platillo que no puede faltar en cualquier fonda o puesto de antojitos típicos mexicanos.
Las Pale Ale son cervezas ligeras y refrescantes con un delicioso y balanceado amargor. Afrutadas, con contenido alcohólico de medio a bajo.
En esta combinación las notas acarameladas y el agradable amargor de la cerveza hacen un buen contraste con la mezcla de sabores presentes en la tinga, y lo salado, crujiente y seco de las tostadas.
Maridaje recomendado para cualquier época del año.
Pambazo con Vienna.
Otro básico de una cena mexicana.
El pambazo es un antojito mexicano parecido a una torta, elaborado con un pan especial que le da nombre al platillo y que se rellena de algún guisado que varía dependiendo de la región del país en el que se prepare, el más común es papa preparada con chorizo.
En la capital del país se baña el pan con una salsa a base de chile guajillo, y se fríe para darle una consistencia más sólida. Se rellena y complementa con lechuga, cebolla, crema, queso y salsa. ¡Delicioso!
Platillo que marida perfectamente con una cerveza con cuerpo medio como la Vienna, de color rojizo, con notas a malta y caramelo que crearán un balance con el sabor picosito de tu pambazo.
Esquites con Blonde Ale.
¿Qué sería de una celebración o comida mexicana sin el maíz? ¡Impensable!
Los esquites, nombre que viene del náhuatl izquitl que significa tostar maíz, y son granos de elote que se preparan a manera de antojito o botana, y no son considerados un platillo formal.
Para su preparación se hierven en agua con sal y epazote, y son servidos según sea el gusto con jugo de limón, chile piquín en polvo, y también pueden llevar mayonesa y queso rallado.
Existen otras versiones en las que los granos son asados con aceite, cebolla, chile serrano y epazote; o pueden ser dulces con miel de piloncillo o panela.
Si entre el menú de tu cena está este básico, te sugerimos acompañar la versión salada con una Blonde Ale.
Una cerveza fresca que marida perfectamente con el sabor picosito y ácido, más la consistencia de los granos de maíz perfumados con epazote.
Recuerda que para lograr un buen maridaje la idea es que el platillo y la bebida logren una unión en tu paladar y olfato que resalten las notas principales de cada elemento. Existen tantos maridajes como preferencias, aquí sólo te sugerimos algunas opciones que puedes experimentar.
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