Debido a la crisis provocada por COVID-19 en el mundo, ha sido cancelado, por primera vez desde la segunda guerra mundial, el festival cervecero más importante del mundo, el Oktoberfest, esto para mantener las medidas de distanciamiento social que ayudan a evitar la propagación del virus.
En Alemania, las ventas a restaurantes y bares representan el 90% de su volumen de negocios. Este porcentaje ha sido afectado por completo durante la pandemia, además de que las principales exportaciones de las cervecerías alemanas tienen como destino China e Italia, como es sabido, ambos de los países más afectados por el coronavirus.
La manera de llegar a los consumidores de cerveza artesanal en todo el mundo está adaptándose, y en Alemania se han implementado principalmente la compra para llevar, seguida de la venta a través tiendas en línea propias o de terceros.
Otras dinámicas para alentar el consumo son: las compras anticipadas, certificados de regalo y vales de descuentos en monto de consumo, con esto se pueden asegurar ventas una vez que pase la contingencia.
En todas estas acciones el factor de unión de la industria es lo más importante, el apoyo que se brindan unas a otras, y la inclusión de sus consumidores en esta red de apoyo para que se puedan mantener a flote ante esta eventualidad.