¡Hola, apasionados de la cerveza y la gastronomía! Si te gusta la cerveza artesanal, probablemente sepas que puede ser un maridaje increíble para tus comidas. Pero si quieres profundizar y comenzar a crear tus propias combinaciones, hay algunas reglas y consejos que podrían ayudarte a llevar maridar cerveza y comida a otro nivel.
Contenido
ToggleAquí te ofrecemos cinco consejos esenciales recomendados por expertos para mejorar tu maridaje de comida y cerveza.
#1- Juega con sabores complementarios y contrastantes
Maridar cerveza y comida es un arte, y como en todo arte, puedes jugar con colores, texturas y, en este caso, sabores. Algunos expertos intentan buscar paralelismos, asociando, por ejemplo, un plato tailandés picante con una pale ale igual de intensa. Esta simbiosis de sabores crea un eco agradable en tu paladar.
Sin embargo, en el otro extremo del espectro, encontramos maridajes que juegan con los contrastes, uniendo dos sabores aparentemente opuestos para crear una combinación armoniosa y deliciosa. Piensa en lo bien que una cerveza stout seca y amarga podría equilibrar la dulzura de unas ostras.
#2 – Considera las similitudes entre la cerveza y el vino
Puedes pensar en una Lager como un vino blanco, mientras que una Ale se parecería más a un vino tinto.
Al igual que los ácidos del vino, el lúpulo de la cerveza puede ayudar a cortar la grasa, el aceite e incluso lo salado.
En términos de cuerpo, puedes maridar platos ligeros con cervezas de cuerpo ligero y platos más robustos con cervezas fuertes. Aquí tienes tres practicas sugerencias para ayudarte:
- Cuerpo ligero: Vinos como Sauvignon Blanc y cervezas como Lager y Pilsner.
- Cuerpo medio: Vinos como Merlot y cervezas como Ale e IPA.
- Cuerpo fuerte: Vinos como Cabernet Sauvignon y cervezas como Stout y Porter.
#3 – Presta atención a las texturas, las temperaturas y los tiempos
Las cervezas con mayor carbonatación pueden ayudar a cortar la grasa de los alimentos más ricos. Por ejemplo, para la pizza, querrías una cerveza que pueda soportar los ácidos del tomate y cortar al mismo tiempo el queso graso sin minimizar las propiedades de tu platillo.
¡Las Ales, Pilsners y Lagers son tus aliadas aquí! Además, no olvides servir tu cerveza a la temperatura adecuada:
- Lagers, entre 0.5 y 4.5°C.
- Pilsner, entre 3.5 y 7.0°C.
- Pale Ale/ IPAs, entre 7.0 y 10°C.
- Stout/Porter, entre 7.5 y 12°C.
La lista es interminable, pero toma en cuenta la regla básica: Entre más grados de alcohol tenga tu cerveza y más densa sea, menos fría se toma.
#4 – No te limites a maridar cerveza y comida de la misma región
No asumas que la cerveza de la misma región que la comida siempre será el mejor maridaje. No todas las cervezas de un país se adaptan a todas las comidas de ese país. Así que atrévete a explorar y experimentar con diferentes combinaciones.
#5 – Bebe lo que te gusta
Al final del día, lo más importante es que disfrutes de lo que estás bebiendo y comiendo. Si amas la Pale Ale, probablemente la disfrutes con cualquier comida que elijas, y eso está totalmente bien. El maridaje de comida y cerveza se trata de disfrutar y experimentar, así que no tengas miedo de probar nuevas combinaciones hasta encontrar tu favorita, pero sobre todo, ¡diviértete!
¡Ahora ya conoces las reglas básicas que necesitas para llevar tus habilidades de maridaje con cerveza al siguiente nivel! Recuerda, no hay respuestas correctas o incorrectas, solo nuevas experiencias y sabores por descubrir. ¡Salud!