Este personaje del mundo de la cerveza nació en la ciudad de Brabante, cerca de Bruselas alrededor del año 1040.
Entrenó para convertirse en soldado y sirvió a Enrique I de Francia en su juventud.
Su vida religiosa empezó en la abadía benedictina de Saint-Médard de Soissons, en Francia. Allí estuvo recluido durante tres años, tras los cuales se le concedió el título de abad del monasterio, el cual rechazó abandonando la abadía.
Se cuenta que un lobo obliga a San Arnold a regresar al monasterio, y a aceptar el título que le habían concedido.
Cuando cumple 40 años es nombrado obispo, título que quería rechazar también, pero la historia cuenta que una intervención divina lo obliga a aceptarlo.
Años después otro obispo ocupa su título, y Arnold se retira del monasterio para fundar la abadía de San Pedro Oudenburg, en donde encuentra refugio y una actividad que le apasionó: Elaborar cerveza.
En estos años la cerveza era indispensable ante la falta de agua potable, las epidemias contribuían a la contaminación del agua corriente haciendo imposible beberla en los poblados y ciudades.
San Arnold animaba a la gente local a beber cerveza, llegando a considerarse un “regalo de salud”, y su receta se extendió por toda Europa en la época medieval. La cerveza era una bebida común en el desayuno y como alimento a lo largo del día.
Se dice que San Arnold se dio cuenta que podía clarificar su cerveza utilizando cestas tejidas.
El contenido de alcohol en esta cerveza era bajo, por lo que ayudaba a quien la bebía a relajarse y mantenerse hidratado. De forma adicional, la levadura se consideró un importante complemento alimenticio y benéfico para la salud.
Arnold fue considerado un santo que elaboraba medicinas, no alcohol.
Uno de los milagros que se le atribuyen es el de impedir que los cristianos bebieran agua contaminada cuando la plaga invadió Oudenburg (municipio en la región de Flandes, Bélgica). El religioso les ofreció en cambio cerveza, con lo que muchas personas se salvaron de morir.
Otra ocasión en la que se le atribuye que realizó un milagro fue durante un brote de cólera, en el que la epidemia se extendió por toda Bélgica y parte de Europa. En Oudenburg gracias a que bebieron cerveza y evitaron el agua contaminada nadie de enfermó.
También se dice que en una ocasión el techo del monasterio de Flandes se derrumbó destruyendo gran parte del edificio, dejando sin suministro de cerveza a los monjes y a las tabernas del lugar. San Arnold rezó para que Dios multiplicará la cantidad de cerveza existente, lo cual milagrosamente sucedió.
Murió a los 47 años, y fue canonizado en 1121, después de que le fueron atribuidos varios de sus milagros.
Probablemente el título de Santo Patrono de los Recolectores de Lúpulo le viene porque predicó en Brabante, región famosa por la producción de lúpulo.
Cada año, se honra a San Arnold con un desfile en la ciudad de Bruselas el 14 de agosto.